http://cultura.elpais.com/cultura/2014/06/11/actualidad/1402511501_799204.html
Como si de la torre de Babel se tratara, fracasada por la desmesurada ambición de sus constructores, la arquitectura estrella, la de las obras faraónicas de costes desorbitados, ha quedado enterrada gracias a la crisis y a la reacción del gremio de los arquitectos.