http://www.santiagodemolina.com/2014/03/como-ser-moderno-sin-modernidad.html
Coleridge había dejado dicho que todo hombre tenía una esencia platónica o aristotélica. Nieztche, más allá, había forjado una dicotomía semejante aun desde más alto: "lo apolíneo y lo dionisiaco". Clasificados como "zorros o erizos", Isaiah Berlin, logró encajar en la imagen de una fábula a la totalidad de los hombres.