https://www.elmundo.es/papel/historias/2019/01/21/5c41faca21efa0ed538b4641.html
Él trabaja en una fábrica textil que acaba de instalar un robot costurero, que no enferma ni tiene derecho a huelga, y que teje 4.000 camisetas al día. Ella, agente inmobiliaria,