http://www.santiagodemolina.com/2016/07/clavarse-astillas.html
Acariciando el lomo de un animal inmenso pero tranquilo y pacífico, así anda Paul Rudolph, con ese encofrado de tablas de madera. La figura de aquel viejo arquitecto heroico paseando sus manos desnudas por el inmenso entablado se muestra con un goce indisimulado.
Carlos Miguel Mayoral Corral
Me encanta leer a Santiago Molina en silencio. Es una lectura siempre enrriquecedora.