http://economia.elpais.com/economia/2016/04/25/actualidad/1461608101_949139.html
En el instituto era más de ciencias que de letras. Cristina Pérez, estudiante de doctorado en Ingeniería Sostenible de 26 años, cuenta que su padre era ingeniero y le inculcó esa profesión como una buena opción de futuro. Ahora su reto es sacar adelante su proyecto de producción de plásticos biodegradables.