A veces los jóvenes tienen que largarse fuera para ganarse la vida. Espíritu aventurero, ya saben, movilidad exterior, que diría Fátima Báñez, ver mundo y todo eso. Cosas de la edad. Veintipocos años. Hay que imaginárselos en la terminal del aeropuerto rumbo a Edimburgo, Copenhague, Erfurt, o México DF, con su mochila al hombro.
Adrián Lanaspa Ruiz
A menudo pienso que poco es lo que nos esta pasando. Un saludo y mucho animo